La anciana toma el teléfono en sus manos (está al revés)
Pasa el tiempo inventando números y nombres
Esperando una voz que reconozca su inexistencia
Luego, duerme escuchando la ausencia de su propia alma.
miércoles, 28 de octubre de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias, enhorabuena.