Cómo sería nuestra próxima conversación
si vivieras cerca de mi casa
y te invitara café
para quizá, enamorarme de tu voz
o de tus letras que suenan en eco
cuando a la tarde lees para mí
No acabo de construir en mi cabeza
los risos de tu pelo pintados por el viento
en las calles de Buenos Aires
armonizadas por músicas de jazz
y destellos de sonrisas en tus labios
Y comento de Barthes o Benjamin Walter
y te leo en tus sueños los poemas de mis tiempos
los tiempos diferentes, en usos horarios
geográficas y climáticas distantes
y el puente son los sueños de vernos algún día
Entonces maquino y programo el encuentro
Machu Pichu espera nuestros brazos
fundidos en un abrazo primerizo de desconocimiento
para palparnos en la realidad, los cuerpos que tiempo atrás
forjamos en pequeños retazos elocuentes de intertextualidades
y gritos espontáneos de emociones en recuerdos vívidos
Y escribo un poema a la madrugada un día en septiembre
Extasiado de aquella mágica presencia
de tu voz en mis auriculares taciturnos
y levanto mis manos al cielo, casi en imploración
pidiendo que los dioses confabulen con el tiempo
y logren concebir nuestro encuentro fortuito
en un próximo verano, a la voz del cielo suspirando
por dos almas que logran verse a lo lejos
y soñar en un momento eterno
jueves, 24 de septiembre de 2009
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La vecina de lejos
ResponderEliminarDesde Buenos Aires, yo te canto retruco
con un aire parecido al Che Guevara,
de esta miope que espera en su mirada
saber de su nuevo amigo, el nombre justo.
No sé si Orwell predicará, el destino que idealizamos
De recitarnos poemas, o pasear en Obelisco.
No sé si las ruinas acogerán la llegada
O Zeus con su rayo la interrumpa...
Aunque Hermes siempre va a estar al servicio
De aquel huso horario o vida que nos junta.
Irrumpiré como un sobrino, correteando por tu casa
Para reclamarte ese rico y ansiado helado
Para ir al cine, o ir a hacerlo juntos
Saludando a Oscar y a 24 cuadros.
Al menos nos queda la satisfacción, de habernos encontrado
En este mundo lleno de horrores ortográficos
Y problemas internacionales, con fiestas absurdas
Y viajes con sentido...
Quizá Perú espere con ansias, o quizá no
Y sólo nos una el destino, el habernos conocido.
Por eso digo ahora, mi nuevo y virtual amigo
Que sos tangible tanto como Barthes
Que recita mitos cotidianos,
Que creo conocer
Y que, sin embargo, escapa de mi realidad visible.
Septiembre trae el jazz y la amistad
(creo que esta vez vino completo).
Cupido sale en Febrero por mis pagos
Quién sabe, quizá hoy no llegue a tiempo.
Sé exactamente cómo
Será la próxima conversación.
Y te la voy a decir:
Será como la que tienes con tu vecina,
Esa, a la que invitas a tomar café
La que te lee poemas por a tarde
Y camina a tu lado entre bosques y hojas
Y tapa tu cara con un libro
Para que tú sólo escuches
El eco de su voz
Y sientas que por fin la tienes cerca
en ese momento eterno, en que nos conocimos.