lunes, 21 de septiembre de 2009

Parpadear

Hay un momento del día cuando dejo de parpadear
y mis pupilas enfocan algún elemento natural
en el espacio citadino frente a mi ventana
y guardo silencio, y la ciudad escucha

Entonces sonrío vagamente al sentir la paz
que me provee pensar en tu nombre nunca mencionado
y tu sonrisa que ilumina en pequeños reflejos
la certeza de mi espera, en nuestro encuentro

Y son tus manos en mi espalda, acariciándome
miro la imagen de tu rostro, tras el velo inocente
de mis fantasías en aquella tarde cuando dejo de parpadear
y te evoco sin saber si existes, o si verdaderamente llegarás

Y me convenzo con aciertos de olores en los risos de tu pelo
y eres real en ese instante, en otra ciudad, otro planeta quizá
y parpadeo un par de veces, como queriendo olvidar tu imagen
o enfocar bien con mis pupilas, los elementos naturales de ésta calle

Y es allí, luego de unos segundos magistrales,
que sales por la ventana de tu cuarto como si alguien te llamara
y me sonríes mientras corres la cortina blanca,
también iluminada por tu sonrisa, y construyendo el velo
que me aparta de la ficción tan alejada de ti
la ficción propia en las ventanas no de mi edificio
de mi propio ser temeroso y lleno de ansias

Las ansias de volar tras tus sonrisas
y concebir las dos mujeres en mi vida:
tú, la mujer frente a la ventana de mi habitación
y tú, la mujer frente a la ventana de mi ficción

Entonces, no sé a cual hablarle
si acaso una es real,
y la otra inventada
son las dos parte de una sola
de un estado incontrolable de amorío

Y definitivamente no podré engañarlas
o me decido por ti, o por ella,
o me olvido que existes y que te escucho sonreír

Así como olvidé que no puedo ver
y que las únicas palabras ciertas
son las que dejo de pronunciar
y se enclaustran en sonidos de tu respiración
con el rose de tu ventana y la cortina rimbombante

Entonces, en ese momento dejo de parpadear
como esperando volver a ver la luz
como si tuviera esperanza y grandeza
como un ciego sonriendo sin expresión
sólo escuchando el mundo a su rededor

Imaginando quizá, un encuentro
un amor real, que pueda unir sus labios
al momento de exhalar su voz
y yo la vea, la vea tras las ventanas,
y lo viva, lo viva sin tener que parpadear

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias, enhorabuena.