martes, 5 de enero de 2010

Intacta la luna

Paciente la aurora tira piedras al lago de un adiós

Ocasos escuchan su voz pasar por la llanura del andén tibio

Con las huellas de sus ojos, y la tiniebla de su mirada


Porque el brillo de un sol atento, la bautizó ayer

En un ayer también presente, y la quiso para él mismo

Todos sabemos que también huímos hacia ella, incluso


Pero cuando alguien se detiene en una calle cualquiera

Y descubre que la ha estado buscando equívoca e incierta

Ella aparece de repente, y un propicio olor a milagro nace


Entonces, todo funciona realmente, y los colores hablan

Del recuerdo, las nostalgias, y el futuro

El ayer, sólo se menta cuando amenaza en irse ella...


Y la búsqueda cesa, y con aquella, también la extrañez

Peligro entonces que todo se vuelva azul, y otro matiz no exista

¿Acaso alguien la perderá de nuevo, para sentir el ansia al buscarla?

¿Acaso será ella, otra vez, cuando la encuentre?

Quizá mejor será no buscarla, porque llegará cuando termine de hacerlo...


Ya ni sé qué sos en mí, y ni sé, que quiero que seas

La búsqueda, lo encontrado, lo esperado,...


¿Puedes decirme tú, entonces, qué debo hacer cuando ya no te encuentro?

Cuentame, si cuando te miro a los ojos alguna señal del cielo caerá...

O si solamente he sido yo quién ha cambiado, y la luna sigue intacta en el mismo lugar

1 comentario:

Gracias, enhorabuena.