Paciente la aurora tira piedras al lago de un adiós
Ocasos escuchan su voz pasar por la llanura del andén tibio
Con las huellas de sus ojos, y la tiniebla de su mirada
Porque el brillo de un sol atento, la bautizó ayer
En un ayer también presente, y la quiso para él mismo
Todos sabemos que también huímos hacia ella, incluso
Pero cuando alguien se detiene en una calle cualquiera
Y descubre que la ha estado buscando equívoca e incierta
Ella aparece de repente, y un propicio olor a milagro nace
Entonces, todo funciona realmente, y los colores hablan
Del recuerdo, las nostalgias, y el futuro
El ayer, sólo se menta cuando amenaza en irse ella...
Y la búsqueda cesa, y con aquella, también la extrañez
Peligro entonces que todo se vuelva azul, y otro matiz no exista
¿Acaso alguien la perderá de nuevo, para sentir el ansia al buscarla?
¿Acaso será ella, otra vez, cuando la encuentre?
Quizá mejor será no buscarla, porque llegará cuando termine de hacerlo...
Ya ni sé qué sos en mí, y ni sé, que quiero que seas
La búsqueda, lo encontrado, lo esperado,...
¿Puedes decirme tú, entonces, qué debo hacer cuando ya no te encuentro?
Cuentame, si cuando te miro a los ojos alguna señal del cielo caerá...
O si solamente he sido yo quién ha cambiado, y la luna sigue intacta en el mismo lugar
martes, 5 de enero de 2010
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Me encanto este :)
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